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Los antihistamínicos (loratadina, desloratadina, cetirizina, levocetirizina, clorfenamina etc.) son los medicamentos que mas recetamos en la consulta de otorrinolaringología para el control de la rinitis alérgica y enfermedades como el resfriado común. 

Antihistamínicos

Por lo general las mamas que acuden con sus hijos ya se saben todos los nombres de ellos, pero, ¿saben lo que le están dando a sus hijos?  Es frecuente que nos pregunten sobre sus efectos secundarios,  como por ejemplo, si éstos producen somnolencia, si pueden ser recetados a mujeres embarazadas si se pueden administrar junto con bebidas alcohólicas por darles algunos ejemplos.

 

La histamina tiene varias funciones en el cuerpo. Una de ellas es provocar picor en los ojos, comezón en la nariz, goteo nasal, etc. ante un proceso alérgico. Otra de sus funciones es actuar como neurotransmisor a nivel de sistema nervioso central, en el cerebro, manteniéndonos en estado de alerta. Para llevar a cabo todas estas funciones la histamina se une a unos receptores llamados H1. En pocas palabras, si el medicamento llega y ocupa el receptor H1 antes que la histamina se evitara que ésta lleve a cabo su función, así de simple.  

 

¿Por qué dan sueño?

Si una de las funciones de la histamina en el cerebro es mantenernos despiertos y su acción se ve bloqueada por estos medicamentos el resultado es la somnolencia. Ahora, todo dependerá del tipo de antihistamínico que sea administrado.

 

¿Cuántos tipos de antihistamínicos hay y qué importancia tiene esto?

Primera generación: Ej. Clorfenamina. Cruzan fácilmente hacia el cerebro provocando sedación y sueño.

 

Segunda generación: Ej. Loratadina, cetirizina y epinastina.  Sus efectos adversos son mucho  menores entre ellos la sedación y el sueño.

 

Tercera generación: Ej.  Desloratadina, levocetirizina y fexofenadina. No son más efectivos que los de segunda generación pero se minimizan sus efectos secundarios. Aún en estudios. 

¿Cuál antihistamínico es recomendable durante el embarazo?

Los antihistamínicos de primera generación que han sido autorizados en general tienen bastantes efectos secundarlos en la paciente, no así en el feto. Pero la Clorfenamina en dosis de 4 mg/día es seguro en su uso desde el primer trimestre del embarazo.

 

Los antihistamínicos de segunda generación autorizados, cetirizina y loratadina, deberían ser utilizados siempre después del primer trimestre del embarazo. En cuanto a los otros antihistamínicos de segunda generación, no existen estudios suficientes para respaldar su uso en embarazadas. Por ello debe abstenerse de utilizarlos.

 

 

¿Qué antihistamínico me tomo en función a mi plan?

 

SI TU PLAN ES QUEDARTE EN CASA: La clorfenamina es una opción. Cómo los antihistamínicos de primera generación llegan al sistema nervioso central te dará sueño y quedarás dormido con más facilidad.

 

SI TU PLAN ES ESTAR ACTIVO: Si lo que requieres es conducir, estudiar y estar en estado de alerta en general te recomiendo los antihistamínicos de segunda generación. Llegan al sistema nervioso central pero en menor cantidad que los de primera generación. Suelen ser baratos y prácticamente no dan sueño. Loratadina, cetirizina y ebastina son unos ejemplos.

 

SI TU PLAN REQUIERE UNA GARANTIA: Requieres un antihistamínico de tercera generación. Levocetirizina o desloratadina. Aunque no son mejores que los anteriores si se minimizan sus efectos secundarios.

 

SI TU PLAN ES TOMARTE UNAS CERVECITAS: Existen antihistamínicos como la desloratadina o la bilastina cuyo efecto no se potencia por el consumo del alcohol y, siempre desde la moderación que no conocemos, pueden tomarse conjuntamente sin problema. 

 

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