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Si no te has vacunado contra la influenza te recomiendo que lo hagas ya que de esta forma quedarás protegido y protegerás a las personas que te rodean.  

 

Algo que ha llamado la atención es la falta de medicamentos específicos (oseltamivir)  para tratar esta enfermedad, algo que ha preocupado a los médicos y especialmente a nuestros pacientes.

Influenza

Afortunadamente la mayoría de los pacientes afectados son pacientes sin factores de riesgo y la mayoría de las veces salen de esta enfermedad solo con medidas de sostén y medicamentos de soporte. Es importante, sin embargo, que todos estemos enterados en que consiste esta enfermedad, como la podemos prevenir, como podemos evitar transmitirla y en que grupo de pacientes debemos de poner más atención y por supuesto, solicitar una opinión médica lo más pronto posible. 

 

¿Qué es la Influenza?
Es una enfermedad viral aguda muy contagiosa que se presenta con mayor intensidad durante los meses de octubre a mayo. En general, la mayor parte de los casos se recuperan en 3 a 7 días pero los ancianos o personas con enfermedades crónicas degenerativas (pulmonares, cardíacas, renales, diabetes) pueden presentar complicaciones graves como la neumonía, exacerbación de cuadros bronquíticos y/o asmáticos, sinusitis y otitis media.

 

Ésta enfermedad es producida por los virus A, B y C de la Influenza. El virus C ocasiona una enfermedad muy ligera y no ocasiona brotes o epidemias. En cambio los virus A y B si pueden causar dichos eventos.

El virus A es el responsable de los grandes brotes que se presentan anualmente mientras que el virus B causa brotes reducidos. Durante la actual temporada de Influenza se hallan circulando dos tipos de virus A y uno de virus B.

 

¿Es lo mismo el resfriado común que la Influenza?
No; aunque ambas son enfermedades respiratorias agudas y tienen síntomas comunes, el microrganismo que causa la Influenza es diferente al que causa el resfriado o gripe común.



¿Cuáles son los signos y síntomas?
El cuadro clínico de la Influenza presenta:

  • Fiebre (generalmente más de 39Cº),

  • Dolor de cabeza,

  • Dolor muscular intenso,

  • Cansancio intenso,

  • Tos seca,

  • Ardor y/o dolor de garganta,

  • Congestión nasal.

En los niños se puede presentar nausea, vómito y diarrea más frecuentemente que en los adultos.

Es frecuente que se confunda al Catarro Común con la Influenza. La siguiente tabla muestra las diferencias, en cuanto síntomas y signos, que existen entre ambas enfermedades.

¿Cómo se transmite al humano?
Los virus de la Influenza se diseminan al aire cuando un enfermo tose, estornuda o habla; otras personas se infectan al inhalar ese aire contaminado con los virus.

Al entrar los virus en la nariz, garganta y pulmones de una persona sana, comienzan a multiplicarse y posteriormente ocasionan los síntomas de la Influenza.

 

Los virus también pueden diseminarse cuando una persona toca con los dedos un objeto contaminado con dichos gérmenes y luego se toca los ojos, boca o nariz.

 

Las personas enfermas pueden transmitir los virus durante varios días; los adultos pueden contagiar a otras personas después del primer día de haber comenzado con los síntomas y hasta durante siete días. Los niños pueden transmitir los virus incluso durante más días.

 


¿Quiénes tienen más riesgo de enfermarse de Influenza?
La influenza puede ser adquirida por cualquier persona, pero los niños menores de 5 años y los adultos mayores de 65 años tienen mayor riesgo de enfermarse y sufrir complicaciones. Las personas que trabajan en el área de salud, de turismo y escuelas también se encuentran en riesgo.

 


¿Cómo se puede prevenir la Influenza?
La Secretaría de Salud, en esta temporada invernal, recomienda las siguientes medidas de prevención y control para las enfermedades respiratorias agudas e influenza.

 

Medidas generales:

  1. Abrigarse y evitar cambios bruscos de temperatura

  2. Consumir frutas y verduras ricas en vitamina A y C
    como zanahoria, papaya, guayaba, naranja, mandarina, lima, limón y piña entre otros.

  3. Lavarse las manos con frecuencia en especial después de tener contacto con personas enfermas

  4. Evitar exposición a contaminantes ambientales y no fumar en lugares cerrados
    y cerca de niños, ancianos y personas enfermas

 

Ante la presencia de enfermedad respiratoria aguda:

  1. No automedicarse
    y evite el uso de aspirinas o medicamentos similares que contengan ácido acetil salicílico. Controle la fiebre con medios físicos. Si persisten las molestias consulte a su médico

  2. Permanecer en completo reposo en casa, tomar líquidos abundantes y mantener alimentación habitual
    en caso de niños pequeños, mantener la alimentación de pecho materno

  3. Evitar lugares de alta concentración poblacional
    cines, teatros, bares, autobuses, metro, etc.

  4. Cubrir nariz y boca con pañuelos desechables al toser o estornudar
    y lavarse las manos para proteger a las demás personas

  5. No saludar de forma directa
    (de beso o mano) para no contagiar a otras personas

  6. Los niños enfermos deben evitar contacto con ancianos
    o personas con enfermedades crónicas

  7. Lavar los utensilios de las personas enfermas después de comer
    con agua caliente y jabón para matar los microbios

  8. Mantenerse alejado de multitudes y sitios públicos

  9. Acuda a su Unidad de Salud más cercana o consulte a su médico
    especialmente niños y ancianos con fiebre alta, debilidad generalizada, dificultad al respirar, tos seca persistente y dolores musculares.

 

Adicionalmente existen otras medidas para evitar esta enfermedad.

Medicamentos: La amantadina y la rimantadina pueden ayudar a prevenir la Influenza; son medicamentos de empleo delicado y sólo el médico puede decidir si se deben administrar a algún paciente.

 

Vacuna: La mejor forma de prevenir la Influenza es mediante la vacunación. En general la vacuna es bien tolerada pero no debe aplicarse a personas con alergia a las proteínas del huevo, con antecedentes de reacción grave a la vacunación y que hallan padecido Síndrome de Guillain-Barré hasta seis semanas antes de recibir la vacuna.

  • Niños y niñas de seis a 23 meses de edad con factores de riesgo:
    con inmunocompromiso, problemas respiratorios, insuficiencia respiratoria, enfermedades congénitas
    cardiovasculares, metabólicas y renales.

  • Niños mayores de dos años, adolescentes y adultos
    inmunocomprometidos o con otros factores de riesgo.

  • Mujeres con embarazo de alto riesgo (adolecentes, diabetes gestacional, preclampsia y eclampsia,
    embarazos en multíparas)
    y específicamente durante el segundo y tercer trimestres de embarazo.

  • Adultos mayores de 65 años con factores de riesgo:
    Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), diabetes mellitus, enfermedades cardiovasculares y asma.

 

Otros Hábitos Saludables

  • Si está enfermo, permanezca en casa: Mientras esté enfermo y si le es posible, evite acudir a centros de trabajo, escuelas o lugares de concentración (teatros, cines, bares, autobuses, metro, etc). Esto evitará que otros se infecten a través de usted.

  • Cúbrase boca y nariz: Al toser y estornudar, cúbrase la boca y nariz con un pañuelo. Esto evitará que las personas a su alrededor se enfermen.

  • Evite tocarse ojos, boca y nariz: Los gérmenes se diseminan cuando una persona toca algún objeto contaminado y luego se toca los ojos, boca o nariz.

 


¿Tiene efectos adversos la vacuna contra la Influenza?
Las reacciones adversas son raras. Como con todas las vacunas inyectadas se puede presentar dolor, enrojecimiento e hinchazón en el sitio de la aplicación de la vacuna, (edema) local y fiebre. Las reacciones alérgicas son más raras aun. Los signos de reacción alérgica a la vacuna son: dificultad para respirar, ronquera, palidez de la piel, debilidad generalizada, aumento en la frecuencia cardiaca y vértigo; con mayor frecuencia las reacciones alergicas ocurren en personas con el antecedente de alergia al huevo.



¿Qué se debe hacer en caso de que usted se encuentre enfermo?

  1. No automedicarse
    y evite el uso de aspirinas o medicamentos similares que contengan ácido acetil salicílico. Controle la fiebre con medios físicos. Si persisten las molestias consulte a su médico

  2. Permanecer en completo reposo en casa, tomar líquidos abundantes y mantener alimentación habitual
    en caso de niños pequeños, mantener la alimentación de pecho materno

  3. Evitar lugares de alta concentración poblacional
    cines, teatros, bares, autobuses, metro, etc.

  4. Cubrir nariz y boca con pañuelos desechables al toser o estornudar
    y lavarse las manos para proteger a las demás personas

  5. No saludar de forma directa
    (de beso o mano) para no contagiar a otras personas

  6. Los niños enfermos deben evitar contacto con ancianos
    o personas con enfermedades crónicas

  7. Lavar los utensilios de las personas enfermas después de comer
    con agua caliente y jabón para matar los microbios

  8. Mantenerse alejado de multitudes y sitios públicos

  9. Acuda a su Unidad de Salud más cercana o consulte a su médico
    especialmente niños y ancianos con fiebre alta, debilidad generalizada, dificultad al respirar, tos seca persistente y dolores musculares.


¿Existe tratamiento?
Existen algunos medicamentos que pueden ser empleados en el tratamiento de la Influenza. Dichos fármacos incluyen la amantadina, la rimantandina, el oseltamivir y el zanamivir. Los dos primeros están disponibles en México y únicamente son efectivos contra los virus A.

Cualquiera de estos fármacos acorta la enfermedad en aproximadamente un día, siempre y cuando se administren dentro de las primeras 48 horas de iniciado el padecimiento.

Los medicamentos antiinfluenza no están exentos de efectos secundarios; pueden causar nerviosismo, ansiedad, dificultad para concentrarse, sensación de “cabeza hueca”, náusea e hiporexia, agitación, delirio, alucinaciones y convulsiones.

Los medicamentos antiinfluenza son de uso delicado y sólo el médico está capacitado para determinar si deben ser administrados a un paciente.



¿Cuáles son las complicaciones asociadas a la Influenza?
Las complicaciones más frecuentes en niños son dolor o ardor de garganta, de los bronquios, pulmonía y en los adultos pulmonia y en ocasiones puede causar la muerte; las personas que tienen ciertas condiciones como el embarazo, personas con bajas defensas, enfermedades del corazón, cáncer, etc. Pueden sufrir con mayor frecuencia alguna complicación

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